De un plumazo, Estados Unidos ha acabado con Megaupload, la página de almacenamiento de archivos más grande del mundo. Con la ayuda de las autoridades de varios países, el FBI y el Departamento de Justicia cerraron el pasado miércoles Megaupload, registrada en Hong Kong, al tiempo que detenía a su fundador, Kim Schmitz, junto a otros tres de sus directivos: Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk. Simultáneamente se realizaron redadas en EE.UU. y otros nueve países, lo que derivó en la incautación de unos 10 millones de dólares en efectivo, productos informáticos por valor de 50 millones de dólares y varios vehículos cuyo valor total asciende a 6 millones de dólares. Además, 100 millones de dólares fueron confiscados de varias cuentas bancarias que la empresa tenía registradas en 65 países. Por el momento, los detenidos han sido encarcelados de forma preventiva en Nueva Zelanda sin posibilidad de fianza mientras EE.UU. tramita sus extradiciones.
La operación, denominada «Mega Conspiracy», es el último progreso hasta el momento de la demanda en la que EE.UU. se presenta como acusación contra Kim Dotcom, Megaupload Limited., Vestor Limited., Finn Batato, Julius Bencko, Sven Echternach, Mathias Ortmann, Andrus Nomm y Bram Van Der Kolk. Todos ellos fueron acusados el 5 de enero por un jurado del Estado de Virginia de estar detrás de una «organización criminal internacional responsable de la piratería masiva a nivel mundial de obras protegidas por derechos de autor». Ahora se enfrentan a penas de un máximo de 20 años por los cargos de crimen organizado, 5 años por conspiración para infringir derechos de autor, 20 años por blanqueo de dinero y 5 años por cada uno de los otros cargos de infracción criminal de derechos de autor de los que sean culpables.
Según la acusación, Megaupload ha operado desde su fundación en 2005 «páginas que reproducían ilegalmente y distribuían, infringiendo las leyes de la propiedad intelectual, obras que incluían películas antes de su estreno comercial, música, programas de televisión, libros electrónicos y software de entretenimiento a una escala masiva».
Megaupload, con 50 millones de visitas diarias, aproximadamente un 4% del tráfico total de internet, es objeto de investigación por parte del FBI desde hace dos años. Desde entonces, la oficina federal ha tratado de desentrañar el funcionamiento de este entramado de servidores y enlaces. En la investigación han trabajado el FBI y el Centro Nacional de Coordinación de los Derechos de Propiedad Intelectual, y ha estado dirigida por Jay V. Prabhu, fiscal jefe contra el cibercrimen. Sus resultados forman parte de la demanda de 72 páginas que el Departamento de Justicia ha hecho ahora pública.
Algunos de los detalles más relevantes:
Modelo de negocio. Megaupload basaba su negocio en la publicidad y el pago por acceder a contenidos de manera ilimitada, ya fuera por días, semanas o hasta de por vida. El informe calcula que la empresa ingresó unos 150 millones de dólares de usuarios que registraron cuentas Premium y que los daños que la empresa ha causado a los propietarios de derechos de autor ascienden a 500 millones de dólares.
Tapadera. La investigación descubrió que la lista de los 100 archivos más populares que la página promocionaba en realidad no reflejaba los archivos que más tráfico generaban. A esto se suma que la página no cuenta con un buscador interno con el que encontrar contenido en su página. La demanda entiende que estas son técnicas que buscan aparentar que el negocio de Megaupload es legítimo.
Eliminar contenido. Megaupload ofreció en 2009 a Time Warner, una de los mayores propietarios de contenido protegido por derechos de autor, la posibilidad de eliminar de sus servidores archivos que violasen sus derechos, con un máximo de 2.500 archivos al día. Cuando Time Warner solicitó aumentar esa cifra, Kim Schmitz accedió a elevarlo a 5.000 al día. Una conversación que ahora se ha hecho pública revela que la cifra fue motivo de debate dentro de Megaupload, pero que la compañía podía «cooperar» debido al buen ritmo de crecimiento que estaba experimentando. Esta y otras conversaciones dejan patente que eran conscientes de que la mayor parte de los archivos que alojan ignoran las legalidad.
No todo es ilegal. Megaupload era una página de almacenamiento de archivos que los usuarios podían subir y conservar en sus servidores. Muchos lo utilizaban para guardar documentos personales. Que el FBI haya cerrado Megaupload en su totalidad ha negado a esos usuarios la posibilidad de recuperar sus archivos.
Conexión con España. La investigación ha monitoreado las páginas que compartían los enlaces a archivos en Megaupload. El portal SeriesYonkis aparece citado en la demanda en 3 ocasiones. En las tres es mencionado como una de las páginas que contienen más enlaces a Megaupload y que más tráfico les reporta. Que el FBI ha estado tras la pista de este portal no ha debido pillar por sorpresa a David Martínez y Jordi Tamargo, cofundadores de Burn Media SL, propietaria de SeriesYonkis. Esta semana se ha hecho público que los dos españoles habían vendido su parte de la empresa y que la web podría estar en la lista de webs que diversos gobiernos tenían intención de cerrar. También son citadas por el FBI las web cinetube.es y dospuntocerovision.com.
cortesía: abc.es
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