Un curioso hecho ocurrió durante un partido de la Serie B en Matto Grosso, en Brasil, donde un masajista ingresó al campo y cortó una jugada de gol para su equipo.
Mientras el Coxim y el Ponta Pora iban 1 a 0, un jugador se acercó al arco mediante una jugada sin imaginar que su rival iba a ser nada más y nada menos que el masajista de uno de los equipos.
El árbitro expulsó a este curioso personaje, que se fue con una sonrisa porque su intervención terminó sirviendo ya que su equipo se quedó con el triunfo.
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